sábado, 23 de mayo de 2015

El Comienzo

¿Cómo es que de un día para otro te das cuenta de que estas completamente enamorado de una persona? ¿Cómo es posible que el hecho de ver a esa persona que creías especial, tan afectada por algo tan simple, te hace dar cuenta de lo mucho que lo necesitas? ¿De que la vida sin él no tiene importancia?  ¿De que no quieres pasar ningún segundo más de tu vida sin él? Simplemente te das cuenta de que es todo para ti, que siempre ha estado ahí para ti, pero una simple reacción te hace dar cuenta de cuanto realmente lo amas. Y así es como me sucedió a mí, llevo ya una relación de 4 años y algo más, y ha sido algo dura al principio, con altos y bajos que todo el mundo experimenta en sus relaciones y que hemos sabido superar en todo momento, algunas veces nos tardamos más que en otras pero siempre salimos adelante, porque nuestro amor lo puede todo, nuestro amor lo supera todo, no es como que hallamos pasado por grandes cosas como infidelidades o algo por el estilo, solo cosas como celos o diferencias de opinión, nada fuera de lo ordinario, porque somos simples jóvenes dispuestos a amarnos el uno al otro, con nuestras pequeñas diferencias, sabiendo que después de un mal día siempre podemos contar el uno con el otro, porque poco a poco nos fuimos convirtiendo en la fortaleza y debilidad de cada uno.
Nosotros nos conocimos en el colegio, éramos compañeros de curso, pero desde un principio, yo la chica nueva y el con su grupo de amigos no nos habíamos dado cuenta de la existencia del otro, él tenía una relación, su primera relación pero no era muy buena al ser solo niños eran más bajos que altos en su rutina, y yo simplemente vivía con mi inocencia, la cual pretendía mantener por malas experiencias anteriores, tuve un pololeo corto no duro más allá de 5 meses y era una relación muy tímida en donde los dos (sin experiencia) no esperábamos pasarlo a ligas mayores porque sabíamos que no era algo real, algo donde compartiéramos sentimientos reales, solo era una relación para ser popular e intentar tener lo que los demás teníamos, pero bueno no funcionó y tampoco quedamos en los mejores términos del mundo, fue algo difícil en donde sino hubiera tenido el apoyo de mi mejor amigo, bueno no sé si tan así, pero de todas formas me ayudo a superarlo más rápidamente, no piensen que tuve una relación con el o “un clavo saca a otro clavo” sino que me distrajo e hicimos más cosas juntos para la distracción, sé que fue una relación corta pero no es que sea un robot, también tenia derecho a sentir, y no todos se dieron cuenta, en mi casa somos ante los ojos de los demás una “familia perfecta” donde todos nos amamos mucho, y vivimos muy felices, pero no es así, con el tiempo he aprendido que las familias felices no existen, todos tienen sus dramas, sean cuales sean pero siempre están, los hermanos se pelean los padres también, si es que hay padres, pero nadie tiene un lugar seguro en su familia, todos tenemos nuestras dudas, todos nos hemos sentido como el ser menos querido y más despreciable de la casa, pero después se nos pasa y luego otra vez vuelve, es un sentimiento que esta constante en nuestras vidas, es solo que hay personas más fuertes que otras y que lo pueden llevar de mejor manera, en mi caso soy a hija del medio, una hermana mayor y uno menor, siempre me he sentido como la menos querida, pero al mismo tiempo soy de quien mis padres esperan más cosas, ellos pretenden que sea mi responsabilidad cuidar de mis hermanos cuando ellos no estén, ya que yo soy la más “capas” de sobrellevar las cosas, también la más responsable, pero ¿de qué me ha servido eso en esta familia? Honestamente no me ha dado nada a mi favor, solo sirve para que tenga más responsabilidades, porque lógicamente mi hermano es la guagua de la casa entonces es un consentido que siempre obtiene todo lo que quiere, bueno teniendo a favor que es el único hijo hombre por lo mismo teniendo una madre machista eso lo favorece en todos los sentidos, y mi hermana mayor que siempre me ha quitado todo brillo que he recibido en mi vida, mencionando que hasta para mi graduación fue un pantalón corto que no dejaba espacio a la imaginación, ella ahora desarrollo un trastorno psiquiátrico que le da la excusa para hacer todo lo que quiere en la vida, ya que decirle que no es darle una puñalada, y ella no lo puede resistir, y que queda de mí, queda tener a unos padres encima todo el tiempo exigiendo que cuide a mis hermanos, pero sin obtener nada a cambio, mi relación con mi hermana no es buena, porque ella ha tropezado tantas veces, y nunca me ha escuchado en el momento en que le advertido de las consecuencias, pero yo sé que aunque ella no lo admita soy su pilar fundamental, no es que sea egocéntrica, pero cada vez que tiene un problema recurre a mí, soy la primera persona a quien llama, a quien pide ayuda, consejo, no me siento orgullosa de eso porque siento que busca el apoyo en mí que mi madre nunca nos ha dado. Si, pienso que la gente debería hacer una prueba para saber si pueden ser madres o no, porque es una gran responsabilidad que no todas las mujeres puedes llevar. Mi madre es una mujer que si bien estuvo presente en toda nuestra infancia, de a poco ha ido cediendo responsabilidades de madre con respecto a mi hermano, a ella le gusta la parte del cariño, del regaloneo, pero se olvida de la responsabilidad y del, mi padre por otro lado, tenía un hijo fuera del matrimonio, antes que mi hermana, nunca lo conocimos aunque si sabíamos de su existencia, el murió joven, murió hace un par de años en un accidente de bus, nunca nadie se imaginó como me sentí, todos pensaron que como no lo conocía no sentía nada al respecto, pero la verdad me afecto mucho, tuve sentimientos encontrados de odio a mis padres por no dejarnos conocerlo, y odio a mí misma por no insistir más, fue una experiencia algo fuerte, aunque aún no me atrevo a ir al cementerio a visitar tu tumba, aun no estoy lista para eso.

Bueno y como decía, compañeros de curso y nada más, nunca nos llamó la atención conocernos el uno al otro porque teníamos vidas diferentes y cada uno era “feliz” a su modo, hasta que después de medio año empezamos a conocernos, ahí me di cuenta de que su relación no era como yo pensaba, él era infeliz, atrapado por su baja autoestima en una relación que lo sumía en problemas y problemas, hasta que un día él le puso fin, en ese entonces nos acercamos harto, teníamos lo nuestro que no era gran cosa, una simple atracción del uno al otro que ninguno estaba dispuesto a asumir, hasta que un día nos arriesgamos y empezamos a salir a escondidas de todos, el primer beso que nos dimos fue en su casa, me acuerdo que yo se lo robe y me interrumpió con un simple “que atrevida” y ahí todo comenzó.